Según el estudio, publicado en la revista Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, el análisis del cabello permite evaluar el nivel de cortisol, llamado la hormona del estrés, a lo largo de unos cuantos meses mientras que las pruebas sanguíneas dan solo para un momento concreto.
“El creciente nivel de cortisol al igual que la hipertensión y el exceso de grasa abdominal aumenta el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular”, afirmó una de los autores, Laura Manenschijn, de la Universidad de Rotterdam.
Durante la investigación fue medido el nivel de cortisol a 283 personas de 65 a 83 años seleccionadas aleatoriamente.
Las secciones de cabello de tres centímetros de la parte cercana a la raíz contenían información sobre el nivel de cortisol en los tres meses previos. En los sujetos que lo tenían alto los casos de enfermedad isquémica coronaria, ictus, diabetes o enfermedad arterial periférica se daban con más frecuencia.
Los autores precisan que se necesitan investigaciones adicionales para averiguar como los datos sobre el nivel del cortisol a largo plazo pueden servir para la cura y la prevención de enfermedades cardiovasculares.
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