El huracán Odile seguía castigando con fuertes lluvias a la turística península mexicana de Baja California, pero perdía fuerza luego de haber derribado postes de luz y dañado casas y negocios, que en algunos casos fueron saqueados.
La tormenta tocó tierra como un huracán categoría 3 la noche del domingo y aunque bajó el lunes a categoría 1 mientras bordea la península, las autoridades pidieron seguir en alerta porque aún soplaba con vientos de 150 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
Enormes marejadas seguían castigando los centros turísticos de Cabo San Lucas y San José del Cabo y también otros estados del país, mientras muchas calles desiertas estaban repletas de lodo, escombros y basura, mostraron medios locales.
Decenas de negocios y viviendas perdieron sus puertas, ventanas y partes de los techos. Un autobús de turismo incluso quedó volteado a las puertas de un hotel.
Una empleada de una tienda local, Cristina Osuna, dijo que algunos aprovecharon que las ventanas de farmacias y tiendas de conveniencia quedaron rotas para llevarse mercancía, antes de que llegara la policía.
Aunque las recias lluvias seguían siendo un peligro, hasta el momento no se reportaban víctimas.
"Siguen los efectos por lo menos de aquí hasta el miércoles. No importa que ya es categoría 1, sigue muy sólido, la gente debe seguir atendiendo las indicaciones de Protección Civil", dijo Alberto Hernández Unzón, del Servicio Meteorológico Nacional.
PODRÍA DEGRADARSE AÚN MÁS
El centro de Odile se ubicaba a 70 kilómetros al este-noreste de Cabo San Lázaro y a 100 kilómetros al sur de Loreto y se movía con dirección al noroeste a 20 kilómetros por hora, agregó el CNH en su reporte. Odile podría degradarse a tormenta tropical el martes por la mañana.
En el popular destino turístico de Cabo San Lucas, un lujoso balneario visitado primordialmente por turistas estadounidenses, los fuertes vientos destrozaron ventanas, derribaron árboles y postes de electricidad.
Autoridades dijeron que trabajaban para comenzar a restablecer el servicio eléctrico que colapsó en varias zonas de Baja California Sur y reabrir el paso en los caminos que resultaron afectados.
También había fallas en los servicios de telefonía.
"Nuestros clientes están muy bien, pero todo el lugar está devastado", dijo Mauricio Balderrama, gerente de un hotel en San José del Cabo. "Es un desastre, hay muchos daños por todo el lugar", agregó.
Según el Gobierno de México las lluvias continuarán castigando en las próximas horas a Baja California Sur y a los estados vecinos de Sinaloa, Baja California, Sonora, Nayarit, Jalisco, Durango, Chihuahua, Michoacán y Colima, donde reportes de televisión también informaban de algunos daños estructurales.
"Siguen los turistas refugiados en los hoteles", dijo Luis Puente, coordinador nacional de Protección Civil de México, quien en la víspera informó que había unos 30,000 turistas -26,000 extranjeros y 4,000 nacionales- en 18 hoteles que están siendo usados como refugios temporales.
El funcionario afirmó que se estaba tratando de establecer un puente aéreo para sacar a los miles de turistas y que se esperaba que en la tarde el aeropuerto internacional de San José del Cabo retomara operaciones.
Cifras
En el lugar hay 164 albergues habilitados, según han dicho las autoridades.
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