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domingo, 16 de diciembre de 2012

Anarquía en el crecimiento en diferentes áreas conurbadas de la Zona Metropolitana de Guadalajara


No hay un esquema de planeación claro en muchos de los nuevos fraccionamientos. Es inapropiado porque algunos están asentados en zonas de riesgo de inundación, además al no haber ordenación territorial en los lugares donde la gente vive es muy difícil después dotarla de agua.
Puede mencionarse el caso de Tlajomulco, pero también el caso de El Salto, Juanacatlán o El Arenal. Los problemas que trae la falta de planeación urbana no es privativo de un solo territorio.
  Lo anterior lo afirmó Jesús Rodríguez Rodríguez, coordinador del doctorado de Geografía y Ordenación Territorial, del Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo (CEED). Este posgrado ya tiene convocatoria abierta para el ciclo 2013-2017.
  Aunado a estos problemas está el del transporte. Las rutas de conexión real y semimasivas de estos fraccionamientos a la zona metropolitana de Guadalajara se hacen con rutas foráneas. Lo que implica total rompimiento de la ordenación territorial.

“Prácticamente todos los componentes de ordenación de una ciudad no se registran en ese tipo de modelo”.

  “Si hubiera un planteamiento de ordenación territorial claro en la ocupación del suelo no habría este desastre que tenemos en este momento y una ciudad tan cara”.
  Especificó que en una ciudad bien planificada el mantenimiento es más barato que en una ciudad mal planificada. “Sale más caro hacer mal las cosas que hacerlas bien”.
La dispersión que hay en Guadalajara es mucho más cara que ciudades compactas que han hecho mejor las cosas.
En América Latina puede mencionarse el caso de Bogotá, Colombia. Es una ciudad muy densa, pero para dotarla de agua es necesaria menos tubería que para dotar a emplazamientos de Tonalá o a Ixtlahuacán de los Membrillos.
  “El hecho de generar un sistema de transporte en una ciudad compacta basta con un macrobús, pero en estas dispersiones meter una ruta de tren ligero hasta Ixtlahuacán de los Membrillos, eso es imposible o la que se habla a Tlajomulco que también es una barbaridad”.
  En la Comunidad Europea hay una normativa donde se especifica que en términos ambientales es mejor una ciudad densificada, de edificios verticales a una ciudad con una dispersión enorme como la nuestra, de casitas.
 “La propia dinámica económica está ocasionando que este modelo de dispersión tan agresiva truene. Si alguien se da una vuelta a Santa Fe en Tlajomulco se podrá dar cuenta que hay muchas casas abandonadas de gente que compró y que las ha dejado para regresar a vivir en la ciudad”.
  Debieron tomarse acciones adecuadas en el año 2000 para atender estos problemas. “El destino ya nos alcanzó. Esto es ya un desastre. El hecho de que tengamos alrededor del 33 por ciento de casas abandonadas, de las construidas en los últimos siete u ocho años, ya indica que tenemos una ciudad verdaderamente colapsada y el hecho de que haya gente que tarde de una hora y media a dos horas  para trasladarse de El Salto a Zapopan para trabajar y que hagan los mismos tiempos de regreso nos dice que la ciudad ya no es competitiva, ni con calidad de vida”.
  Los doctores en geografía y ordenación territorial tienen que trabajar para que no se repitan modelos como los anteriores. El mismo proceso empieza a darse entre Cihuatlán, Jalisco  y Colima. “Entonces más valdría que hubiera especialistas de alto nivel que pudieran ordenar una futura conurbación entre dos estados para que la población asentada tenga en el futuro condiciones de calidad de vida”.
  Para inscripciones y más información sobre el doctorado en Geografía y Ordenación Territorial, los interesados pueden ingresar a la página web www.ceed.udg.mx/doctorado.

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